Es viernes. Llega el fin de semana y no uno cualquiera, este es el fin de semana que tanto habías esperado. Toda la semana con la emoción y los nervios por marcharte y por fin ha llegado el día. Toca escapada a los Pirineos con la mejor compañía. Ya hace más de un mes que teníais la escapada organizada con tu grupo de amigos. Mochila preparada y cerrada, y de repente, escuchas un claxon, miras por la ventana, son ellos. Ya están aquí. Nos vamos.
El viaje en coche pasa rápido. Van sonando canciones y vais cantando a todo volumen. Pasáis por pueblos y poco a poco os vais acercando a esas inmensas montañas. 3 horas después, afónicos de reír y cantar, habéis llegado. Respiras y notas ese aroma tan peculiar que tiene la naturaleza, que tiene el Pirineo. Esta vez habéis elegido Llavorsí para dormir, un pequeño pueblo muy acogedor. Dais un bocado rápido y a la cama. Mañana es el gran día. Os espera una mañana de aventura pero sobre todo con mucha adrenalina.
Suena la alarma. Son las 9. «Todos arriba que no llegamos», les dices a tus amigos para levantarlos de la cama. Desayunáis un pan con tomate y embutido (del bueno), un café y un vaso de zumo de naranja para ir con energía y vitamina.
¡Empieza la aventura!
Estáis a dos pasos de donde empieza la aventura: hoy toca rafting, y no un tramo cualquiera, habéis querido ir un paso más porque, ya que os habíais hecho el largo viaje, queríais un descenso largo y completo, así que habéis elegido el «rafting de Llavorsí a Montardit«.
Llegais a la base de RocRoi, os ponéis los neoprenos y es el momento de la primera foto todos juntos, que estáis muy guapos así vestidos. Subís al autobús de RocRoi que os lleva allí donde comienza la esperada aventura. Allí os espera Miguel, el guía, ya de entrada os cae de primera. Os explica cuatro cosas sobre cómo lo tenéis que hacer y, ¡vamos!, que ya os toca. Ahora sí que estáis preparados para empezar.
Subís a la balsa, comenzáis a remar por el impresionante río Noguera Pallaresa. De momento parece tranquilo hasta que llegáis al primer rápido, «La Lavadora» le llaman. El principio ya empieza fuerte y es un no parar de mojaros, gritar y reír. Pasado este rápido toca un poco de tranquilidad, pero desde lejos ya veis que la paz no durará mucho, pero eso era exactamente lo que queríais: ¡aventura!
Una vez pasada la presa llegáis a Sort, es el único tramo de rafting que atraviesa un pueblo, pasáis por el campo de eslalon de las competiciones de kayak. Os explican que aquí es donde se celebró el mundial de kayak de 2019 y estáis contentos de haber elegido este trayecto para poder tener el privilegio de pasar por un lugar tan importante en el mundo del kayak.
De repente, llegáis a un tramo más tranquilo y veis algo que salta del agua. ¿Ha sido una nutria? Y sí, efectivamente, os explican que en este tramo habitan muchas nutrias y que habéis tenido suerte de ver una. Qué afortunados os sentís de poder haber visto de cerca la biodiversidad tan característica del Pirineo.
Y después de un largo rato en la balsa, ya llegáis al final. Paráis en una zona de río que parece una piscina y el guía os anima a lanzaros y disfrutar del río y de la naturaleza en un lugar tan privilegiado como este. El agua está fría, pero os da igual, os salpicáis y jugáis como si tuvierais diez años.
Estáis cansados, pero contentos, ha sido una mañana que recordaréis toda la vida. La adrenalina, la compañía y el trayecto han sido increíbles. Hicisteis bien en elegir este tramo, la experiencia ha sido única e impresionante, el tramo de Llavorsí a Montardit vale la pena vivirlo y es de esos que te quedas completamente satisfecho.
Ahora una ducha y a comer que el fin de semana en el Pirineo sigue, pero no podría haber empezado de mejor manera. Os despedís del guía y de RocRoi y dais las gracias por haberos a crear estos momentos que tan emocionantes. Obviamente, habrá una próxima aventura y será de la mano de RocRoi.
