Seguimos hoy con otra entrada en nuestro blog con más curiosidades sobre el mushing, una de las actividades estrella de nuestro centro de Andorra. Y no es de extrañar: esta disciplina aporta a quien lo practica una mezcla perfecta de naturaleza y adrenalina, paz y velocidad. Y nos dicen quienes lo han probado que se quedan con ganas de repetir. Por cierto, ¿sabéis de dónde viene el término mushing?
Los habitantes de Laponia siempre habían utilizado el trineo tirado por perros para sus tareas de transporte, tanto de personas como de mercancías. A principios del siglo XX, durante la fiebre del oro en Alaska y Canadá, el trineo con perros fue vital. Los colonos franceses, que también vieron las ventajas de este medio de transporte, lo adoptaron, y emplearon el término “¡marche!” (camina) para indicar a los perros que empezaran a moverse. Los ingleses también usaron esta orden, pero el sonido pasó a ser “mush”, por lo que el conductor de trineo recibió el nombre de musher, y la actividad, mushing.
Nuestros perros están en Grau Roig de noviembre a abril. El resto de meses viven en la Cerdaña, lo que les proporciona una climatología más adecuada a sus necesidades. Si bien en Grau Roig se pasan el día al aire libre, con unas temperaturas ideales para ellos, en la Cerdaña contamos con una perrera muchísimo más amplia, para que puedan pasar las horas de más calor cómodamente en su interior.
Nuestros perros son mayoritariamente Alaskan Huskies, una mezcla originaria de Alaska. La raza utilizada inicialmente en el mushing, los Kamutik, era perros difíciles de dominar, y por eso se optó por cruzar razas, con el fin de obtener perros con las características idóneas para el mushing. Los Alaskan Huskies son perros de larga distancia, rápidos, resistentes y entusiastas. Estas mezclas a veces provocan que algunos de nuestros perros tengan un ojo de cada color. ¿Os habíais fijado? Os dejamos con unas cuantas imágenes más de los protagonistas absolutos de esta actividad.