Los clientes demandan un producto cada vez más exigente y personalizado para poder disfrutar de forma singular de las actividades que realizan. Se trata de una experiencia única diseñada a la medida del viajero.
Entre los principales eventos de deportes outdoor o al aire libre sobresalen aquellos que ofrecen experiencias singulares a los clientes. Entre ellos encontramos todo tipo de aventuras o actividades diseñadas al gusto del consumidor tanto en entornos de nieve como en el mar o en el río.
Las opciones son muy variadas en función de las demandas del cliente, el entorno en el que se lleve a cabo y la dificultad exigida para su realización. Sin embargo, no se trata únicamente de actividades deportivas, sino que el usuario también experimenta servicios turísticos y gastronómicos de alta calidad.
Esta simbiosis entre deporte y servicios es la que vienen buscando personas de todo el mundo que acuden a las montañas del Pirineo, a las actividades del río en aguas bravas o a las playas del mar Mediterráneo. Entre estas actividades destacan rutas nocturnas en trineo por la nieve con cenas en restaurantes de montaña catalogados con estrellas Michelín o descensos en rafting de más de 50 km, que incluyen un servicio de aperitivo de la gastronomía de la zona además de la posibilidad de pararse y fotografiar algunos lugares privilegiados del entorno.
Experiencias como esta se desarrollan a los pies de la estación de esquí de Grandvalira, en Andorra. Desde la base del Grau-Roig, cerca del Bosque de Moretó salen los trineos, las motos de nieves o arrancan las expediciones por la nieve. No se trata de simples excursiones, son productos exclusivos dirigidos a un grupo reducido de personas cuyo servicio comienza desde antes de llegar a la nieve. De hecho, en la mayoría de los casos los clientes extranjeros cuentan con un servicio de transporte privado desde el propio Aeropuerto de Barcelona.
“Nosotros nos encargamos del traslado desde el aeropuerto a Vilanova en un coche privado o taxi y el servicio siempre acaba con una cena en el Restaurante La Daurada”, indica Àngel Panicello, responsable de RocRoien Vilanova i la Geltrú, una de las empresas líderes del sur de Europa en la organización de experiencias deportivas outdoor. La compañía ofrece estos packs conjuntos de experiencias singulares en el entorno natural además de servicios gastronómicos o de hospedaje gracias a acuerdos con restaurantes y hoteles de alta calidad.
Pese a que está dirigido tanto a un consumidor nacional como extranjero, Panicello explica que la mayoría de la clientela procede de Francia, Estados Unidos o China. Sin embargo, ante la crisis sanitaria de la Covid-19 se ha abierto una puerta para llamar la atención del consumidor nacional con actividades al aire libre en grupos reducidos. Por ejemplo, en el caso del rafting los clientes pueden obtener una experiencia de larga duración en aguas bravas únicamente con la presencia de sus familiares o amigos.
En el caso de la base náutica situada en la costa del Garraf destacan las siguientes propuestas: una jornada de playa subido a embarcaciones como un kayak, paddle surf o hacer actividades en vela. Junto a ello los clientes tienen acceso a un menú de arroces y servicio de cockatil desde un beach club mientras aprovechan las horas de sol en la playa. Otra de las experiencias más buscadas son los viajes guiados en velero o catamarán con los que presenciar las vistas del Garraf.
No obstante, las actividades fluviales no se reducen a descensos por el río en rafting y kayak, sino que se está comenzando a abrir paso entre los eventos más exclusivos el barranquismo. Desde el Barranco de Berrós, con presencia de un guía específico para los grupos reducidos, todo aquel que desee probarlo deberá pasar por tres rápeles, varios toboganes y piscinas naturales excavadas en la roca. Una actividad dirigida a los amantes de la aventura con los que disfrutar del Embalse de la Torrassa y el Parque Natural del Alto Pirineo.
