Desde sus comienzos como pasión de unos pocos intrépidos hasta su ascenso triunfal como un deporte olímpico reconocido, la escalada ha capturado los corazones y las mentes de aventureros y atletas por igual. En los Juegos Olímpicos de 2024, este deporte desafiante y emocionante tomará el escenario mundial, marcando un hito histórico para la comunidad de escaladores en todo el mundo.
La inclusión de la escalada en los Juegos Olímpicos no es solo un acontecimiento significativo en sí mismo, sino también un testimonio del arduo trabajo y la dedicación de aquellos que han elevado este deporte a nuevas alturas. Gracias a la perseverancia de los escaladores, las federaciones deportivas y los entusiastas, la escalada ha sido reconocida como una disciplina olímpica, abriendo las puertas para que los mejores atletas del mundo demuestren su destreza y habilidad en la escena más grande del deporte.
Es importante destacar que aunque en los Juegos Olímpicos la escalada se realizará en un entorno interior, en el escenario de un rocódromo, este deporte también tiene profundas raíces en la naturaleza misma. Desde las majestuosas paredes de granito hasta los picos rocosos que se elevan hacia el cielo, la escalada outdoor ofrece una conexión única con el entorno natural y desafíos que ponen a prueba tanto la fortaleza física como la mental de los escaladores.
La escalada deportiva es un deporte moderno que se ha hecho inmensamente popular en los últimos 20 años. Es un deporte joven y mixto, donde el 39 por ciento de los escaladores tienen menos de 18 años, que se practica tanto al aire libre como en un formato más urbano, en interiores. Hay más de 25 millones de escaladores en 150 países de todo el mundo.
En 1985, un grupo de escaladores se reunió en Bardonecchia, cerca de Turín (Italia), para celebrar un evento llamado ‘SportRoccia’, que se convirtió en la primera competición organizada en la que los participantes debían escalar en un tiempo determinado. Un año después, se organizó la primera competición en un rocódromo artificial, en Vaulx-en-Velin, cerca de Lyon (Francia).
En los Juegos Olímpicos, la escalada deportiva consta de tres disciplinas: búlder, velocidad y dificultad.
En búlder, los atletas escalan muros de 4,5m de altura sin cuerdas en un tiempo limitado y en el menor número de intentos posible.
La velocidad es una espectacular carrera contrarreloj en rondas eliminatorias de uno contra uno que combinan precisión y explosividad.
En la disciplina de dificultad, los atletas escalan lo más alto que pueden una pared de más de 15m de altura en seis minutos sin haber visto la ruta con antelación.
Las rutas para este evento son cada vez más complejas y desafiantes a lo largo de la prueba, requiriendo todas las habilidades físicas y mentales de los atletas.
En Tokio 2020, cada atleta compitió en las tres disciplinas y las puntuaciones finales reflejaron los resultados combinados de las tres competiciones. El escalador con la puntuación más baja se llevó a casa la primera medalla de oro olímpica de la historia de la escalada deportiva.
En París 2024, dos competiciones coronarán a su propio campeón olímpico en la escalada deportiva. Uno se consagrará en la prueba combinada de escalada búlder y dificultad y el otro lo hará exclusivamente en el evento de velocidad.
La escalada deportiva dio sus primeros pasos en el escenario olímpico en los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2018 en Buenos Aires y demostró ser un gran éxito entre el público de Argentina. Luego, la disciplina debutó en los Juegos de Tokio 2020, uniéndose así al programa olímpico como nuevo deporte.
La originalidad de las pruebas de escalada deportiva, así como el carácter visual, estético y emocionante la convierten en un deporte popular y muy practicado por los jóvenes. Además, puede desarrollarse en diversos entornos, tanto urbanos como naturales. La escalada deportiva será tan solo uno de los cuatro nuevos deportes de París 2024, junto con el breaking, el surf y el skateboarding.