Cada vez más los clientes demandan actividades exclusivas y personalizadas adaptadas a sus intereses y que van más allá de un servicio de actividades al uso. Se trata de experiencias VIP para cumplir con todas sus expectativas con la naturaleza como escenario.
Ya sea pasar una mañana en la playa con acceso a todas las actividades y servicios de aventura o una jornada de rafting con parada en un restaurante de alta gama, todo está al alcance de la mano en los centros de deportes de aventura. La oferta de estos lugares ha dejado de ser un pack cerrado de actividades, sino que se amolda a los intereses y deseos de cada cliente para generarle una experiencia exclusiva adaptada a sus sueños.
No se trata solo de ofrecer una actividad deportiva sino una experiencia única personalizada, diseñada y dirigida por el propio cliente. La unión entre deporte, naturaleza y servicios garantiza que los sueños o ideas de los viajeros estén más cerca de realizarse. Las experiencias VIP en la naturaleza son un fenómeno en auge con infinitas posibilidades tanto en el río Noguera Pallaresa como en el mar Mediterráneo.
Entre estas ofertas destacan jornadas en la playa con viajes en catamarán, kayak y pádel surf más la posibilidad de degustar un surtido de arroces a primera línea de playa o descensos en rafting de más de 50 kilómetros, que incluyen un servicio de aperitivo basado en la gastronomía de la zona, además de la posibilidad de pararse y fotografiar algunos lugares privilegiados del entorno a los que no se accede si no es con el acompañamiento de un guía. Se trata de un producto cerrado a un grupo reducido de personas, con muchos complementos extra que puede decidir el cliente y que le aportan singularidad al producto.
Para ello, los centros lanzan programas a medida de los clientes con programaciones exclusivas que incluyan actividades especiales para todo tipo de personalidades, adaptadas a sus miedos, dificultades o necesidades. “En su día trabajamos con un actor francés famoso que quería un programa que se salía de los estándares”, explica Carlos Rabaneda, cofundador de RocRoi, una de las empresas líderes del sur de Europa en la organización de actividades y experiencias deportivas outdoor.
En el caso de la base náutica situada en la costa del Garraf destacan las siguientes propuestas: una jornada de playa subido a embarcaciones como un kayak, paddle surf o hacer actividades en vela. Junto a ello los clientes tienen acceso a un menú de arroces y servicio de cockatil desde un beach club mientras aprovechan las horas de sol en la playa. Otra de las experiencias más buscadas son los viajes guiados en velero o catamarán con los que presenciar las vistas del Garraf.
En cuanto a las actividades fluviales no se reducen a descensos por el río en rafting y kayak, sino que se está comenzando a abrir paso entre los eventos más exclusivos el barranquismo. Desde el Barranco de Berrós, con presencia de un guía específico para los grupos reducidos, todo aquel que desee probarlo deberá pasar por tres rápeles, varios toboganes y piscinas naturales excavadas en la roca. Una actividad dirigida a los amantes de la aventura con los que disfrutar del Embalse de la Torrassa y el Parque Natural del Alto Pirineo.
La compañía ofrece packs conjuntos de experiencias singulares en el entorno natural además de servicios gastronómicos o de hospedaje gracias a acuerdos con restaurantes y hoteles de alta calidad. Entre ellos está el Restaurante y Beach Club La Daurada para los que quieran pasar el día en la playa de Vilanova i la Geltrú.
Pese a que está dirigido tanto a un consumidor nacional como extranjero, la mayoría de la clientela procede de Francia, Estados Unidos o China. Sin embargo, ante la crisis sanitaria de la Covid-19 se ha abierto una puerta para llamar la atención del consumidor nacional con actividades al aire libre en grupos reducidos. Por ejemplo, en el caso del rafting los clientes pueden obtener una experiencia de larga duración en aguas bravas únicamente con la presencia de sus familiares o amigos.