El mushing se ha convertido en una actividad de gran interés debido al atractivo que ofrecen las expediciones por la nieve. Pero, ¿cómo descansan los perros durante el verano?
Las actividades en la nieve reciben a todos sus clientes en unos pocos meses y dependen de unas concretas condiciones climatológicas. Por tanto, su principal característica es la estacionalidad, algo que afecta tanto a clientes como instructores, monitores o guías de cada una de las actividades. También a los perros que estiran de los trineos en la nieve, que dedican el verano a descansar y viven su propia pretemporada para estar listos de cara al invierno.
¿Qué es el mushing?
Entre las actividades deportivas outdoor en los meses de invierno el mushing o trineo de perros tiene cada vez más adeptos. Esta experiencia consiste en el paseo en trineos de perros por circuitos de caminos o bosques nevados. Se trata de una de las disciplinas en las que el cliente es capaz de tener una mayor aproximación al entorno natural tanto por los lugares que va visitando a lo largo de la expedición como por la presencia de los perros nórdicos que son los encargados de arrastrar el trineo.
Estos animales reciben un entrenamiento a consciencia para poder realizar su labor sin dificultades, pero, al igual que sucede con las actividades, sus servicios se concentran solo en los meses de invierno. Por tanto, ¿qué sucede con los perros cuando se acaba la temporada de invierno?
Descanso y juego en verano
Correr en invierno y descansar en verano es nuestra máxima en los centros deportivos de aventura que tenemos en Andorra, donde se imparte esta actividad. Los perros nórdicos no suelen vivir en las mismas condiciones en temporada invernal que durante los meses de verano, momento en que descansan.
“Tenemos dos perreras diferenciadas: una de invierno que es más pequeña para que no entre el frío y una de verano que es más grande, abierta, con un patio grande para que puedan correr”, explica Albert Panicello, director de la vertical de nieve de RocRoi. Esta actividad se realiza en nuestra base de Grau-Roig, a los pies de la estación de esquí de Grandvalira.
De esta manera, los animales se mantienen juntos durante todo el año para no romper el equilibrio de la manada y pasan los meses de más calor en un entorno tranquilo y alejado de la gente. En definitiva, su cometido de mayo a noviembre es el de descansar y correr en libertad por la montaña sin seguir un entrenamiento concreto.
En invierno es cuando más trabajamos con ellos para que estén preparados para arrastrar los trineos en la nieve sin dificultades. Para ello, los perros nórdicos comienzan a entrenarse antes de que se pongan en marcha los servicios, con trineos o carros con ruedas que empujan para ir ganando masa muscular. Su día a día cambia totalmente en estos meses puesto que se dedican, básicamente, a alimentarse y a salir a correr.
“Los perros cuentan con patios de sociabilización dentro de la perrera para que puedan jugar entre ellos y estar siempre juntos”, indica el responsable. En definitiva, el trabajo de los cuidadores de perros para los paseos en trineo por la nieve varía en función de la época, pero es una labor que exige los 365 días del año y que debe asegurar el perfecto estado físico de los animales y su disposición para poder realizar la actividad.
Ya que se trata de una actividad diferencial que permite acceder a lugares de la montaña a los que no se llega en el resto de actividades, requiere una gran preparación y una dedicación diaria al cuidado de los animales. En definitiva, el secreto para que el mushing sea un éxito está en conseguir que los perros estén fuertes y preparados en invierno y puedan descansar de forma adecuada en verano.