El público infantil supone gran parte de los clientes de las actividades deportivas outdoor en sus respectivas temporadas. Entre mayo y junio, los colegios son los que capitalizan la demanda y de julio a septiembre lo hacen los casales.
Las actividades deportivas al aire libre se dirigen a un público amplio, pero triunfan especialmente entre el público infantil, que conforman buena parte de la demanda del ocio multiaventura. Los más pequeños proporcionan clientes durante todo el año, ya sea durante el curso escolar o las vacaciones de invierno y verano.
Pero, ¿cuáles son las actividades deportivas outdoor a las que los colegios, casales y las familias miran cuando se trata de hacer deporte seguro al aire libre?
En las zonas costeras, las actividades más demandadas son el big sup, el kayak o los pedalós. Pese a que el contenido se amolda a los intereses del colegio o centro educativo en cuestión, normalmente se suele llevar a cabo una hora de cada una de estas actividades.
Por ejemplo, el centro de RocRoi en Vilanova i la Geltrú recibe desde niños de educación infantil de unos tres años a alumnos de bachillerato o ciclos formativos de 18 años. Las actividades van dirigidas a la mayor parte de los públicos excepto el kayak de mar que es accesible para el grupo que va de los 12 a los 18 años. Otras como el windsurf o el vóley playa, solo se llevan a cabo a partir de los 10 años y en muchas ocasiones se contratan ofertas de ocio multiaventura para que los más pequeños puedan combinar diferentes disciplinas a lo largo de la jornada.
En el caso de las actividades fluviales para el público infantil, la base de RocRoi en Llavorsí destaca por el rafting y por las expediciones en trekking al Parque Nacional de Aigüestortes, dirigido a un público a partir de 6 años. Junto a ellas también aparecen el hidrospeed y el barranquismo en el Barranco del Berrós. En lo referente a las actividades en el lago, los kayaks y canoas dobles o canoas individuales van dirigidas a todas las edades, igual que los inflables.
En el nuevo centro de RocRoi tras integrar UR Pirineos, en Murillo de Gállego, en el Pirineo Aragonés, también están preparados para recibir todo tipo de visitas escolares. En su caso, el rango de acción va de niños de 6 años a los 18, aunque la mayoría de actividades van dirigidas a un público a partir de 10 años. Estas son rafting, canoa, orientación, senderismo, además de otras como el paintball, el láser combat o parques de arborismo.
El punto álgido se vive cuando se acerca el verano, pues a la demanda de los colegios e institutos que contratan actividades outdoor para los viajes de fin de curso, se le suma la de los casales de verano que también buscan todo tipo de eventos para cubrir el calendario. En concreto, los centros escolares capitalizan gran parte de la demanda entre los meses de mayo y junio mientras que los casales de verano lo hacen entre los meses de julio a septiembre.
“Pasamos de una plantilla de 15 a una plantilla de 40 trabajadores. En julio es el momento en el que tenemos más gente contratada”, explica Àngel Panicello, responsable de RocRoi en Vilanova i la Geltrú, una de las empresas líderes del sur de Europa en la organización de experiencias deportivas outdoor.
De hecho, en el caso del centro náutico de la ciudad costera se ha pasado de recibir entre una veintena y una treintena de niños a recibir entre 300 y 320 de forma diaria. Supone una media de entre 30 y 40 niños por monitor según Panicello. De los 300 niños diarios en julio, se pasa a unos 200 en agosto y entre 60 y 80 en septiembre.
El verano supone el pico de su actividad, más aún, teniendo en cuenta que el resto de los servicios no se dejan de ofrecer durante esos meses. “Un día puedes tener 300 niños en la playa y un grupo de 200 trabajadores de una empresa que vienen a hacer una actividad”, añade el responsable de RocRoi.